Se hizo conocida en la programación de Radio Miraflores en 1992, también recuerdo haber visto su vídeoclip en 'Disco Club' y sentir el contraste con lo que hasta ese entonces había escuchado de Metallica. "Nothing Else Matters" se inició como una dedicación especial del vocalista James Hetfield a su enamorada mientras se encontraban de gira, pero cuando Lars Ulrich el baterista, la escuchó, la empezaron a considerar para el album homónimo de la banda.
Una de las virtudes de "Nothing Else Matters" es la orquestación, que me jaló la atención desde un principio, y llega cortesía de Michael Kamen, director de la San Francisco Symphony Orchestra y arreglista para artistas de pop y rock como Pink Floyd en su album "The Wall" y una filota de otros famosos como Queen, Bryan Ferry, David Bowie, Aerosmith y muchos otros. 6 minutos y medio de ternura hard rock con pasajes musicales ligados sobretodo por la voz y la batería, demostrando una vez más que los que son varios los representantes del rock del duro que cuando se entregan a su lado sensible, la hacen pero linda.
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